Preexistencia
"La preservación de los árboles creó el ritmo sobre el que se compone el proyecto"
El proyecto surge del estudio de la casa Abusada (1992), del arquitecto peruano Emilio Soyer Nash, que se ubica en el distrito de San Isidro. Asimismo, responde a la necesidad de construir una vivienda dentro del terreno libre de la casa Abusada (preexistencia), que cuente como mínimo con tres dormitorios, dos baños y una oficina. El proyecto se articula a través de los árboles ubicados en el margen inferior del jardín principal de la preexistencia, donde se encuentra.
En lugar de talar los árboles para utilizar el espacio que ocupan, se emplean para generar un ritmo de llenos y vacíos que modulan el proyecto, a la vez que generan rutas de ventilación e iluminación para la parte más privada del programa, que sucede a tres metros bajo tierra, como una forma de aprovechar el espacio lo más eficientemente posible. Por último, se han usado elementos compositivos de la preexistencia, como los vanos del segundo nivel, para darle cierto grado de mímesis al proyecto y que no se perciba como algo fuera de lugar dentro de esta.