El proyecto plantea diseñar una vivienda productiva para una artista joyera, en un terreno de 35 x 12 metros, que se encuentra limitado por dos viviendas colindantes que esconden al proyecto. A la vez, se busca rescatar las visuales del entorno urbano y natural donde está emplazado. El usuario del proyecto es la joyera Lorena Pestana, quien basa sus piezas en cosas que puedes encontrar en la naturaleza, como patrones, líneas y formas sinuosas que resaltan la flora y la fauna natural. Del mismo modo, se resalta la delicadeza en cada pieza, lo sutil y lo flotante.

Luego de tomar todo ello como punto de partida, se busca incorporar al proyecto lo característico del artista para convertirlo en el concepto y que este abrace al proyecto. Al mismo tiempo, se desea resaltar e incorporar el entorno natural, ya que es una parte fundamental para el artista, pues es su fuente de inspiración. Para esto, se tienen muros libres que permiten observar el exterior, y sentir el volumen y la naturaleza como uno solo, donde las pieles representan lo natural que envuelve al proyecto y generan una gradiente en la iluminación.