Biblioteca culinaria
"El lenguaje de una fachada debe expresar fidelidad a su contexto"
La biblioteca se encuentra al término de la alameda Chabuca Granda. Debido a su ubicación, se adapta al lenguaje del paisaje, de manera que compone ritmos y proporciones con recursos urbanísticos, como lo son los aleros y los grandes vanos verticales. En cuanto a su volumetría, se presenta como un edificio compacto y de prominente horizontalidad, alineado a las alturas de los edificios históricos colindantes; sin embargo, en el proyecto, predomina la ligereza creada por los arcos y las celosías de madera que terminan con el refuerzo del vínculo entre los principales atractores del paisaje hacia el interior del proyecto.
Asimismo, el principal objetivo de la biblioteca es exponer y enseñar costumbres culinarias que se dan en los días festivos del Centro Histórico, por ello, se tiene un acondicionamiento para cada espacio en el que se realizan estas actividades, lo que lleva al visitante a tener la experiencia de contemplar los microclimas en el proyecto que vinculan la vegetación de los cultivos de las especies con las celosías, las cuales ayudan a envolver al estudiante o al turista en un ambiente diáfano para la lectura. Debido a las curvas y al gran tragaluz del jardín de lectura, se optó por una estructura metálica y de losas colaborantes que permitieran seguir con la lógica de la ligereza en cada piso y abarcar distancias más largas sin reducir el tamaño de los ambientes.