El proyecto busca la reconexión de Chorrillos con la Costa Verde mediante un recorrido peatonal con torres programáticas públicas que descienden del acantilado, y se integran al tejido urbano hasta la playa. Las torres, las cuales se alejan de la convencionalidad de un puente unidireccional, ofrecen diversas experiencias con programas, como una torre cultural, un auditorio vertical, una torre de recreación para niños, áreas de descanso, miradores, un huerto hidropónico, una biblioteca, baños, entre otros. Cada torre se conecta mediante puentes metálicos, lo que enriquece la experiencia del usuario al trabajar las relaciones tectónicas y estereotómicas en la fachada.

 Se propone un recorrido externo alrededor de la torre con ángulos oblicuos, que rompe con la geometría tradicional y agrega dinamismo. La intervención comunitaria, al seguir el planteamiento de J. Pioz (2019), es esencial en proyectos urbanos para abordar problemáticas y ofrecer diversos puntos de vista, de forma que se conecte a los habitantes con la arquitectura. Esto, según Sennett (2019), genera una nueva marca de valor. Al considerar la revinculación de los usuarios a la cultura local, se busca conectar a los nuevos visitantes con la historia del distrito, para expandirla y preservarla en el tiempo.