El concepto principal que guía este diseño es el Trazo de Experiencia Universal. La estructura del edificio se divide en dos volúmenes que se quiebran de manera estratégica, lo cual genera un ritmo dinámico en el trayecto. Este quiebre no solo añade un componente estético, sino que también cumple una función esencial al crear un espacio central abierto y activo, que fortalece la cohesión social y la interacción entre vecinos. La necesidad de generar vivienda para todos permite abrir la posibilidad de ir más allá de las normativas básicas de accesibilidad, de manera que se aspire a ser un modelo ejemplar de inclusión.

La combinación de un diseño pensado en el Trazo de Experiencia Universal (al cual se integran elementos sensoriales, que permiten un grado mayor de reconocimiento, identificación y pertenencia con el lugar) y la creación de espacios comunes fomenta la creación de un ambiente habitable que enriquece la vida de sus residentes, en cumplimiento de los principios de una vivienda universal.